¡Hola
chics!
Después
de un verano entero preparándome mentalmente para ello, y después
de muchos años queriendo hacerlo ¡por fin me opero de la vista!
En
todos estos años en los que he llevado gafas, me he encontrado con
situaciones en las que me hubiera encantado no tener una miopía con
casi 10 dioptrías por ojo, como por ejemplo esas veces que me he
perdido en la playa, cuando me han volado las gafas en una clase de
ballet, cuando he hecho maquillajes de fantasía y he querido ponerme
lentillas grises ... Lo típico.
Y
ahora que me voy a operar me encantaría recomendaros y hablaros de
ciertos temas que a mi me hubieran venido de perlas conocer antes de
la operación, como por ejemplo cómo encontrar las mejores gafas graduadas online, algunos tips de maquillaje para graduaciones altas y un par
de consejitos varios que os ayudarán mucho en todas las situaciones
de vuestro día a día.
En
primer lugar os voy a contar un poco mi historia aunque bastante
reducida (dentro de poco os contaré todo todo con la experiencia de
la operación incluida, pero para eso quiero que pase algo de tiempo
al menos para ver los progresos). Cuando tenía 4 añitos, mi
profesora del colegio se dio cuenta de que no veía na de na,
literalmente. Llevaba ya un par de años que me caía por que sí, y
al principio mis padres pensaron que era problema de los pies y que
necesitaba plantillas pero la realidad es que aun siendo tan pequeña,
ya era un topito. Cuando me pusieron gafas flipé, literalmente, ya
que siendo tan pequeña había cosas que ni siquiera sabía que eran,
como por ejemplo el dibujo de la cenefa de mi cuarto. Por lo que me
contaron mis padres cuando llegué a casa dije literalemente: “¡Ala,
pero si son elefantes!”, y ya os podéis imaginar la penica que les
dí porque nunca había adivinado lo que tenía en mi cuarto (y es
que parecía que no era yo muy lista, pero no, es que no veía ni
para atrás).
Cuando
fui creciendo fue creciendo conmigo mi miopía y astigmatismo,
primero 4, después 6, después 7 y medio... vaya, casi a una
dioptría por año. Así que decidieron que con 7 añitos tenía que
ponerme lentillas para “frenar” esa subida tan grande. Y
sinceramente, no se si hoy en día sigue haciéndose o se ha
desmentido que funciona, pero a mi me lo “frenó” casi hasta los
20 años, cuando ya tenía 9,25 en cada ojo. Ahora, 5 años después
sigo prácticamente con la mismas dioptrías, y gracias a eso puedo
hacerme la intervención de lente intraocular para su corrección.
Ya
podéis imaginarlos la de situaciones en las que me he encontrado en
las que tener gafas en toda una aventura y durante 21 años he estado
recopilando truquis justo para este momento (no, en serio, que no es
broma). Así que ¡empezamos!
Lo
primero que quiero abordar son las lentillas y donde conseguirlas. Al
principio de mi aventura con ellas, allá por el 2000, era muy muy
difícil encontrar lentillas. Sólo
“existían” las lentillas blandas y las duras, mensuales y de
seis meses, y sí o sí tenías que comprarlas en establecimientos
físicos que resultaban ser bastante caros. Hoy en día las hay para
todo tipo de ojos, diarias, tóricas, de colores… Vaya, una
fantasía. ¿Y lo mejor? Las podemos encontrar online, con todas las
variedades, con muchísimas marcas que se adecuan a tu ojo, con
graduaciones altas (cuando yo empecé eso era el mayor problema) y a
un precio inmejorable. En
tiendas como por ejemplo Lentiexpress podéis encontrar tanto
lentillas diarias como mensuales y anuales, tóricas, de hydrogel, e
incluso progresivas (que hace unos años era imposible encontrarlas).
Personalmente, después de probar infinidad de marcas y tipos,
terminé por decantarme por las diarias de la marca Dailies, ya que
mi ojo es seco y me vienen mucho mejor que las mensuales, ya que
tienen la capacidad de dejar el ojo mucho más hidratado. Además son
mucho más cómodas ya que no tienes que estar comprando litros y
litros de líquidos, pero para gustos las len..los colores.
Y
hablando de colores, otra de las cosas que más me gustaba cuando era
adolescente eran mis lentillas de colores, aunque después dejé de
usarlas ya que son un poco más difíciles de encontrar con una
graduación muy alta. Pero si tienes hasta 8 dioptrías, estás de
suerte ya que podrás cambiar el color de tus ojos con lentillas
graduadas y sigues viendo igual de bien.
Con 14 años me dio por las lentillas azules, muy emo yo. <3 |
Ahora, pasamos al tema gafas, que para mi es lo que más me ha costado a nivel estético y sobre todo cuando empecé a pedir gafas online. ¿Por qué? Porque cuando vas a una óptica te graduan y se suelen quedar ellos los datos (datos médicos que tenéis todo el derecho a pedir, porque son vuestros) Así que durante mucho tiempo, aun sabiendo que había alternativas a las típicas ópticas, me daba "verguenza" pedir los datos necesarios para realizar pedidos online de gafas. Ahora mismo, después de llevar unos 8 años haciendo pedidos online de mis gafas, tengo bastante variedad gracias a que los precios en la web están 6 veces más baratos de lo que me costaban antes, y os puedo decir con certeza que la calidad es igual o mejor que en las ópticas tradicionales.
Pero hay que tener ciertos datos claros antes de hacer un pedido de gafas online, así que aquí van mis tips para ello:
Lo primero es que cuando vayas a tu óptica u oftalmológico (yo siempre me fío más de lo segundo) pide la Distancia Interpupilar, ya que es un dato muy importante para que las lentes estén bien "calibradas" y no te den mareo. Para que os hagáis una idea, yo tengo una distancia interpupilar de 59.
Lo segundo es que tengáis muy claro que si tu graduación es alta, las gafas cuanto más grande sean, menos reducción va a tener el cristal, aunque elijas la reducción máxima (que suele ser 1.74). En las fotos de abajo os voy a enseñar dos gafas con 1.74 de reducción en el cristal, una un par de milímetros más grande que la otra, y otra con 1.64. La más fina no tiene bisel, y es con la que mejor veo. La "mediana" tiene un bisel de un milimetro más o menos, pero suficiente para que el campo de visión en la gafa se llene de luces. Y la tercera, las preciosas con flores, son unas gafa con cristal gordo y bisel de un milímetro y medio aproximadamente, lo suficiente para tener un dolor de cabeza bastante importante (como podéis imaginar, las últimas cogí esa reducción por error y no me las he llegado a poner más de un día).
Así que si tenéis más de 8 dioptrías, tened muy en cuenta el tamaño de la gafa, y aunque nos encante llevar gafas super hipster mega guays, al final si son un poco más pequeñitas nuestra vista y nuestra cabeza lo va a agradecer muchísimo. Y siempre siempre, intentad pediros la reducción máxima con graduaciones medias o altas.
Lo siguiente que os quiero tratar son las "otras gafas", que para mi caso han sido las de sol y las de bucear, aunque también podéis encontrar gafas de deporte, especiales para bicicletas, etc.
En mi caso, mis gafas de sol graduadas tienen muchísimos años y no tienen la corrección de astigmatismo, ya que no conduzco y el poco tiempo que me las pongo tampoco me hace falta ver mucho, pero a causa de esto tengo una pequeña obsesión con hacerme con una colección de gafas de sol en cuanto me opere. Así que estoy segura de que veréis un haul prontito.
Las gafas de bucear graduadas las tengo desde hace unos ¿15 años?, quizás más, y aunque siguen rayadas y tienen dos dioptrias menos que lo que tengo ahora, me han salvado la vida en la playa, literalmente. Todos los topitos sabemos lo mal que lo pasamos en la playa cuando vamos a bañarnos y queremos ir solos pero no encontramos después la sombrilla ¿verdad? Pues las gafas de bucear graduadas fueron mi salvación cuando era más pequeña y ahora mismo es una de las cosas que más pena me da deshacerme de ellas, porque me han ayudado lo más grande. Se ven perfectamente dentro y fuera del agua y dan esa libertad que tanto nos falta a los miopes en las playas y en las piscinas. Cuando yo me las compré salieron bastante caras, pero hoy en día las he visto online a un precio inmejorable, y este verano tenía pensado renovar las mías, pero en julio empecé el tema de la operación y le di el último uso a mis queridas gafas de bucear de toda la vida.
Y otra de las cosas que me han salvado muchísimo, sobre todo a la hora de no partir las gafas mientras hacía ballet, han sido las tiras de silicona que os enseño en la foto. Son ideales para hacer cualquier tipo de deporte, e incluso para estar por casa si se os caen las gafas como a mí, que incluso cuando friego o me pongo a hacer lettering, dos cosas que últimamente hago mucho, pues se caen. Así que estoy con las tiras puestas muchísimo tiempo y no molestan nada. Antes de encontrarlas lo que hacía era usar horquillas en las patillas, pero llegaba un punto en el que se quedaban marcas, así que en cuanto encontré esta maravilla se me solucionaron los dos problemas.
Algo que para mi no es un problema, si no una forma de arte, es el maquillaje. Si me conocéis de antes sabréis que me encanta maquillarme y maquillar, y todo lo que tenga que ver con el color, el arte y la expresión. Pero hay veces que las gafas quitan protagonismo a ese precioso ahumado que nos hemos hecho por culpa de lo pequeños que se nos ven los ojos detrás de los cristales. Así que mi mayor secreto para el maquillaje con gafas es: exagéralo todo. Al principio puede dar miedo hacerse un super eyeliner o meter mucho iluminador en el lagrimal, pero por experiencia y experimentación (me gusta mucho preguntar a las personas si voy muy maquillada cuando llevo las gafas y la cara que se les queda cuando me las quito), os digo que cuanto más miopía tengas, menos miedo a exagerar tu maquillaje debes de tener. Y ya como último consejo, y esto es una cuestión bastante personal, los labios oscuros quedan de maravilla con las gafas.
Y por último, y aunque parezca evidente, os quiero hablar de la importancia de un buen almacenamiento y limpieza de las gafas. Hace unos años era un desastre en este tema, porque no veía necesario una buena funda ni una buena gamuza, pero desde que las guardo y limpio bien he visto una diferencia enorme en las ralladuras y en el mantenimiento de los coats. Como habéis visto, mi funda preciosa me encanta y me parece muy cómoda, tanto por el tamaño como por los materiales, además de que es un regalo super especial.
Sobre la limpieza, mi recomendación es no usar limpiadores en spray ni toallitas, ya que las capas anti-crash de hoy en día se ven afectadas por los líquidos que traen. Yo uso una buena gamuza o un paño de vidrio, que limpian de maravilla. Y si vuestro problema es que se os está yendo la capa anti-crash y entre que os llegan unas gafas nuevas y no, no veis bien, podéis ponerle pasta de dientes para eliminar la capa por completo. Eso sí, es un truco para aguantar un par de días más con ellas, no para algo a largo plazo.
Y esto es todo por hoy. Espero que os haya servido muchísimo y que si tenéis alguna pregunta me la dejéis en los comentarios. Nos vemos muy pronto para contaros qué tal mi operación y os veo por mis redes sociales @chicandcakes :D
¡Besos!
Pero hay que tener ciertos datos claros antes de hacer un pedido de gafas online, así que aquí van mis tips para ello:
Lo primero es que cuando vayas a tu óptica u oftalmológico (yo siempre me fío más de lo segundo) pide la Distancia Interpupilar, ya que es un dato muy importante para que las lentes estén bien "calibradas" y no te den mareo. Para que os hagáis una idea, yo tengo una distancia interpupilar de 59.
Lo segundo es que tengáis muy claro que si tu graduación es alta, las gafas cuanto más grande sean, menos reducción va a tener el cristal, aunque elijas la reducción máxima (que suele ser 1.74). En las fotos de abajo os voy a enseñar dos gafas con 1.74 de reducción en el cristal, una un par de milímetros más grande que la otra, y otra con 1.64. La más fina no tiene bisel, y es con la que mejor veo. La "mediana" tiene un bisel de un milimetro más o menos, pero suficiente para que el campo de visión en la gafa se llene de luces. Y la tercera, las preciosas con flores, son unas gafa con cristal gordo y bisel de un milímetro y medio aproximadamente, lo suficiente para tener un dolor de cabeza bastante importante (como podéis imaginar, las últimas cogí esa reducción por error y no me las he llegado a poner más de un día).
Así que si tenéis más de 8 dioptrías, tened muy en cuenta el tamaño de la gafa, y aunque nos encante llevar gafas super hipster mega guays, al final si son un poco más pequeñitas nuestra vista y nuestra cabeza lo va a agradecer muchísimo. Y siempre siempre, intentad pediros la reducción máxima con graduaciones medias o altas.
En mi caso, mis gafas de sol graduadas tienen muchísimos años y no tienen la corrección de astigmatismo, ya que no conduzco y el poco tiempo que me las pongo tampoco me hace falta ver mucho, pero a causa de esto tengo una pequeña obsesión con hacerme con una colección de gafas de sol en cuanto me opere. Así que estoy segura de que veréis un haul prontito.
Las gafas de bucear graduadas las tengo desde hace unos ¿15 años?, quizás más, y aunque siguen rayadas y tienen dos dioptrias menos que lo que tengo ahora, me han salvado la vida en la playa, literalmente. Todos los topitos sabemos lo mal que lo pasamos en la playa cuando vamos a bañarnos y queremos ir solos pero no encontramos después la sombrilla ¿verdad? Pues las gafas de bucear graduadas fueron mi salvación cuando era más pequeña y ahora mismo es una de las cosas que más pena me da deshacerme de ellas, porque me han ayudado lo más grande. Se ven perfectamente dentro y fuera del agua y dan esa libertad que tanto nos falta a los miopes en las playas y en las piscinas. Cuando yo me las compré salieron bastante caras, pero hoy en día las he visto online a un precio inmejorable, y este verano tenía pensado renovar las mías, pero en julio empecé el tema de la operación y le di el último uso a mis queridas gafas de bucear de toda la vida.
Y otra de las cosas que me han salvado muchísimo, sobre todo a la hora de no partir las gafas mientras hacía ballet, han sido las tiras de silicona que os enseño en la foto. Son ideales para hacer cualquier tipo de deporte, e incluso para estar por casa si se os caen las gafas como a mí, que incluso cuando friego o me pongo a hacer lettering, dos cosas que últimamente hago mucho, pues se caen. Así que estoy con las tiras puestas muchísimo tiempo y no molestan nada. Antes de encontrarlas lo que hacía era usar horquillas en las patillas, pero llegaba un punto en el que se quedaban marcas, así que en cuanto encontré esta maravilla se me solucionaron los dos problemas.
Algo que para mi no es un problema, si no una forma de arte, es el maquillaje. Si me conocéis de antes sabréis que me encanta maquillarme y maquillar, y todo lo que tenga que ver con el color, el arte y la expresión. Pero hay veces que las gafas quitan protagonismo a ese precioso ahumado que nos hemos hecho por culpa de lo pequeños que se nos ven los ojos detrás de los cristales. Así que mi mayor secreto para el maquillaje con gafas es: exagéralo todo. Al principio puede dar miedo hacerse un super eyeliner o meter mucho iluminador en el lagrimal, pero por experiencia y experimentación (me gusta mucho preguntar a las personas si voy muy maquillada cuando llevo las gafas y la cara que se les queda cuando me las quito), os digo que cuanto más miopía tengas, menos miedo a exagerar tu maquillaje debes de tener. Y ya como último consejo, y esto es una cuestión bastante personal, los labios oscuros quedan de maravilla con las gafas.
Ahí me podéis ver con el ahumado más grande del mundo, aunque no se note. Y con la mejor amiga del mundo, también. |
Aunque no se aprecia apenas el maquillaje, los labios oscuros me encantan, y por supuesto tener al lado a Rosy McMichael :D |
Sobre la limpieza, mi recomendación es no usar limpiadores en spray ni toallitas, ya que las capas anti-crash de hoy en día se ven afectadas por los líquidos que traen. Yo uso una buena gamuza o un paño de vidrio, que limpian de maravilla. Y si vuestro problema es que se os está yendo la capa anti-crash y entre que os llegan unas gafas nuevas y no, no veis bien, podéis ponerle pasta de dientes para eliminar la capa por completo. Eso sí, es un truco para aguantar un par de días más con ellas, no para algo a largo plazo.
Y esto es todo por hoy. Espero que os haya servido muchísimo y que si tenéis alguna pregunta me la dejéis en los comentarios. Nos vemos muy pronto para contaros qué tal mi operación y os veo por mis redes sociales @chicandcakes :D
¡Besos!